viernes, 10 de abril de 2015

El café de los viernes

Hoy podría parecer que es un viernes como cualquier otro, incluso un viernes peor que los demás porque a mí me toca trabajar durante todo el día, pero en realidad es un día genial. Así que, si te apetece acompañarme, coge tu cafetito y vamos allá...


Si estuviésemos tomando un café tendría que empezar por el notición del día. Qué digo del día, probablemente sea la noticia del año pero por no exagerar dejémoslo en la noticia del mes. Ayer la domadora me dio el alta provisional. Esto quiere decir que he llegado a mi objetivo y que, a partir de ahora, "sólo" tendré que mantenerme. Paso de visitas semanales a mensuales (aunque la primera la haré a las tres semanas, no quiero lanzarme...) y tengo el fin de semana libre en cuanto a comida se refiere, así que esta tarde al volver del cole hice una paradita en la tienda de chuches para que mañana no nos pille el toro. Es lo que más he echado de menos estos tres meses!! Porque justo hoy se cumplen 3 meses desde que comencé la operación #alos40tipazo. Han sido tres meses de mucho esfuerzo y sacrificio pero ha valido tanto la pena...me encuentro genial. Ya os he contado que estoy enganchada al deporte (cada vez que escribo esto me siento un poco rara), que hasta cuando estoy cansada (porque yo también me canso, y hasta sudo!!) me obligo a salir y vuelvo con las pilas cargadas. Que además de ir al gimnasio he vuelto al running y que estoy empezando a mirar con ojillos envidiosos a esos corredores que me cruzo con camisetas de haber corrido alguna carrera, de momento tengo como objetivo participar en una pequeñita y terminarla pero las de 10 kilómetros empiezan a llamarme y conociéndome...yo ya estoy pensando en cambiarme al equipo operación on fire de Dietasanayejercicio.

Si estuviésemos tomando un café os diría que estoy un poco preocupada por mi salud mental. Me siento tan feliz últimamente que hasta me parece inapropiado. Hace dos días, a las tres de la madrugada, después de trabajar todo el día y con la expectativa de tener que seguir haciéndolo sin mucho tiempo para el descanso, me sorprendí a mí misma con una sonrisa de oreja a oreja en la cara. No era fruto del cansancio, bueno un poco a lo mejor sí, sino de lo profundamente feliz que me encontraba. Si alguien objetivo y cabal analizara la situación seguramente concluiría que no sobraban los motivos para tanta alegría: un montón de trabajo, falta de sueño, bastante crispación en la sala de espera, un poco de hambre (de cena un clásico de mi hospital: pechuga de pollo a la plancha con espinacas) y muchas, muchas ganas de gominolas. Sin embargo, mi mente un poco enajenada se quedaba con la parte de hoy comparto guardia con compañeros geniales, ya falta menos para que termine, me voy a tomar un desayuno rico-rico, al salir voy a ir a clase de calceta y, por supuesto, un clásico en mis pensamientos en momentos complicados: mis hijos son lo mejo del mundo. Y sólo con eso a mí se me pone una sonrisa y detrás de la sonrisa viene una sensación de buen rollo que hace que entres en el box a ver el siguiente paciente con unas ganas que ni a las ocho de la mañana. Y así, de esta forma tan simple, voy tirando.

Si estuviésemos tomando un café os contaría que, pese a haber tenido guardia el jueves y el domingo, esta Semana Santa ha sido memorable para toda la familia. Después del golpe que supuso que mi marido tuviera que retirarse del Camino de Santiago por una lesión, decidimos no venirnos abajo y organizar planes con los niños que nos alegraran un poco el espíritu. Y si hay una familia que alegra el espíritu ésa es la familia Baballa en toda su extensión. Desde @manyatico y @la_antonias hasta @csandez pasando por Lucía y sus hijos maravillosos. Y si la aliñas con los Quintano el resultado fue un día genial en la mejor compañía. Nos fuimos hasta Lugo, donde nos abrieron las puertas de su casa para disfrutar de una comilona fantástica aderezada con risas y mucha conversación. Un día redondo!! Al día siguiente nos fuimos a hacer una ruta con los niños y unos amigos. Recorrimos un camino precioso que prometo enseñaros pronto con todo detalle y disfrutamos como enanos de la compañía de la gente maja de la que nos rodeamos. Fue ahí, sentada en una terracita al sol disfrutando de las vistas del Océano Atlántico donde me tomé el café que sale en la foto. Un sitio perfecto.

Espero que os haya gustado este cafetito, yo me despido por hoy pero os espero con más cosas la próxima semana. Si os apetece acompañarme os espero por aquí.

4 comentarios:

  1. Lorena!!! Muchisimas felicidades!!!!!! Cuantas cosas para celebrar y cuanta energía positiva desprendes!

    Este post me lo guardo, que el día 21 tengo mi primera visitacon mi domadora personal! !

    Un beso enorme!!!!!

    Inés

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    1. Mucho ánimo Inés! El camino es duro pero vale mucho la pena! Adelante con fuerza!! Un beso.

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  2. ¡Qué rico este cafetito! Pero sobre todo me gusta tu optimismo y tu alegría. Enhorabuena por esas chuches merecidas. Un beso.

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    1. Muchas gracias Ana! Deseando que llegue el siguiente viernes!!

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