martes, 6 de octubre de 2015

Lo que aprendí de la Medicina

Cada vez que termino una guardia, cuando vuelvo a casa conduciendo, me digo que tengo que escribir este post. Y es que trabajar a una distancia de 50 km por un trayecto de autopista que me conozco mejor que el pasillo de mi casa, tiene estas cosas buenas.


Es como la descompresión que tienen que hacer los buceadores, un tiempo necesario para reflexionar e intentar dejar atrás las cosas malas que, como en todos los trabajos, en éste también las hay. Y en estos momentos de reflexión a mí se me ocurren muchas cosas, entre ellas la idea de contarte lo que me ha enseñado la Medicina.


Supongo que, si me conoces un poco, a estas alturas ya sabrás que los médicos no tenemos superpoderes ni somos gente especial. De hecho, en los ámbitos ajenos a la Medicina, tenemos fama de no demasiado simpáticos e incluso un poco aburridos. Dicen que tenemos tendencia a hablar de nuestras cosas y no es raro que acabemos en una reunión de amigos comentando la cantidad de pus que puede salir de un absceso o cuántos huesos se fracturó el último tráfico que atendiste. Nos va la marcha. Y la marcha escatológica especialmente.

Pero seamos más o menos simpáticos, la práctica de la Medicina nos coloca en un lugar privilegiado para la observación de la condición humana. Llevo 14 años viendo pasar gente por la urgencia y creo que estoy en condiciones de mostrarte los resultados de mi personal estudio sociológico. Un estudio sin ningún rigor científico, que conste, pero con una muestra importante porque mira que he atendido yo a pacientes en todos estos años...

Gracias a la Medicina, y a la urgencia en particular, he podido ver lo mejor y lo peor de la gente. Esas familias que con lágrimas en los ojos se despiden de sus seres queridos y esos otros maleducados que, a gritos, exigen el respeto que ellos mismos no demuestran. Los pacientes que sufren y aún así te agradecen tus cuidados, y aquellos que con cosas menores no entienden que otros pasen antes que ellos porque se creen el centro del mundo.

Yo, que soy de naturaleza optimista, tiendo a quedarme con lo mejor...Y te aseguro que tengo muchos mejores momentos. Recuerdo perfectamente a la paciente que me cogió las manos y me dijo que mi sonrisa curaba más que todas las medicinas y que nunca dejara de reír, recuerdo a esa otra abuelita que me pidió permiso para darme un beso cuando le dije que ya estaba bien para irse a casa o aquel otro que se despidió con mirada seductora, con más de 80 años, cuando le dije al darle el alta lo guapo que estaba con su boina y su bastón.

Tengo muy buena memoria, afortunadamente, y también recuerdo a un padre que me trajo de regalo un décimo de lotería diciéndome que a él ya le había tocado cuando yo atendí a su hijo, y a la mujer de un paciente terminal que se sentía muy afortunada por lo bien que los había tratado todo el personal durante el proceso de su enfermedad, a esa señora de la aldea que, sin haber pisado nunca una escuela, tiene esa inteligencia innata que le hace comprender mejor que a muchos otros en teoría mejor formados, todo lo que le explicas de su enfermedad y su tratamiento. 

Recuerdo a muchos de mis pacientes y, aunque intento no implicarme emocionalmente con todos como si fueran mi familia, siempre llega uno que derriba ese muro y hace que te vengas abajo. Y ese día toca, como yo digo, llorar a todos los muertos. Ese día te derrumbas pero también haces reseteo. Te vacías de todo y te recompones para seguir haciendo tu trabajo lo mejor que sabes. Disfrutando de esos héroes anónimos que habitan en los servicios de Urgencias y cagándote en todo (porque no hay otra manera de describir esto) cada vez que topas con uno de esos cazurros sin corazón ni educación. Pero esa convivencia con la muerte te ayuda a tener muy presente que cualquier día puede ser el último y que más vale aprovechar todas las oportunidades que se nos ponen por delante.

Por eso dicen que soy una disfrutona y por eso he querido escribir hoy este post. Para contarte lo que aprendí de la Medicina.

22 comentarios:

  1. Hola Lore! Yo por desgracia he tenido que pasar muchas horas en hospitales con mi madre, y lo que tu plasmas hoy en tu post es una verdad como un templo, los hospitales son el mejor lugar para observar la condición humana, para lo bueno y para lo malo. Por lo que escribes y aunque no te conozco personalmente, seguro que eres ese tipo de médico que curas con la sonrisa, que infundes ánimo con tu presencia y eso aunque sea para darte el peor de los diagnósticos, para los pacientes es la mejor medicina, un besazo!

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  3. Te escribo desde el hospi. Hoy toca revisión. Y me has emocionado mucho (hasta la lagrimita). Qué habría sido de mí sin este equipazo que me ha salvado la vida. Nunca suficientemente reconocida vuestra labor. Un beso. Gracias por el post. Los pacientes necesitamos leer vuestro lado más humano.

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  4. Te escribo desde el hospi. Hoy toca revisión. Y me has emocionado mucho (hasta la lagrimita). Qué habría sido de mí sin este equipazo que me ha salvado la vida. Nunca suficientemente reconocida vuestra labor. Un beso. Gracias por el post. Los pacientes necesitamos leer vuestro lado más humano.

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  5. Acabo de estar 15 días con mi padre en el hospital de Bellvitge, soy de Barcelona. No puedo estar más admirada y agradecida. Sois unos héroes, y merecéis el reconocimiento de toda la sociedad, no digo ya el respeto, ese ya lo doy por supuestísimo. Gracias por el blog, y enhorabuena.

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  6. Acabo de estar 15 días con mi padre en el hospital de Bellvitge, soy de Barcelona. No puedo estar más admirada y agradecida. Sois unos héroes, y merecéis el reconocimiento de toda la sociedad, no digo ya el respeto, ese ya lo doy por supuestísimo. Gracias por el blog, y enhorabuena.

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  7. Mira, no seréis super héroes pero yo admiro lo que hacéis. Es verdad que en todos los sitios cuecen habas y no todos los médicos son sensibles a veces, tampoco los pacientes. Pero desde luego, si hay muchos como tú, el mundo es un poquito mejor. Se nota a kilómetros cuando un profesional de la medicina adora su trabajo. No te conozco pero lo que escribes no me deja lugar a dudas. debe ser muy duro convivir con la muerte todos los días y ver cómo pasan tus manos personas que salen adelante y otros que no. Por eso, no creo que haya nadie en el mundo más capacitado para hablar de la trascendencia del ser humano que vosotros. Y tienes toda la razón, debemos ser más positivos. Cualquier día puede ser el último y tú lo sabes bien. Gracias por recordármelo porque a veces se me olvida. Muack

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  8. Y dices que no tienes superpoderes? si que los tienes... Tu paciencia infinita, tu sonrisa infatigable, tu calma cuando hay prisa.....yo también tengo recuerdos tuyos de cuando empecé en " en esas mismas urgencias", anécdota que cuento curso tras curso a mis alumnos y que es toda una lección de la gran profesional que eres.
    si que tienes superpoderes, como persona y como médico. Gracias por ser un ejemplo y por haberte tenido de compañerA

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  9. No tengo palabras. Para mí si que sois héroes, tenéis súperpoderes aunque no te lo creas, pero bueno eso es otro historia. Soy afortunada porque eres mi amiga y la gente de tu hospital tiene mucha suerte por tenerte ahí con ellos. Besos

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  10. cuando me tocó ir a mi al hospital, no pude ser mas afortunada con la gente que me tocó, mas cariñosa y cercana, me encontraba feliz,

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  11. Admiro mucho a los médicos vocacionales como tú. Conozco a unos cuantos .....y todos sois geniales . Y valoro tanto el trabajo que hacéis como el modo en que lo hacéis. Nunca pierdas la sonrisa. Un saludo

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  12. Admiro mucho a los médicos vocacionales como tú. Conozco a unos cuantos .....y todos sois geniales . Y valoro tanto el trabajo que hacéis como el modo en que lo hacéis. Nunca pierdas la sonrisa. Un saludo

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  13. Cuantas verdades Lore... las que tu cuentas y las que dicen de ti tus pacientes.
    Yo tengo la suerte de poder trabajar al lado de esta mujer... y se de buena tinta que afortunados son los que se cruzan en su camino.
    Y si. Estoy de acuerdo. Una de las mejores cosas que nos da nuestro trabajo es ayudarnos a mantener esa perspectiva. Hoy podría ser nuestro último día. No lo desperdiciemos.

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  14. Me encanta Lore. Me estás haciendo aficta!!!!
    Además q fotos haces!!!!

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  15. Que bonitas tus palabras,me han hecho emocionarme ...muchas gracias por compartirlo!

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  16. Acabo de conocer tu blog (gracias a Lucía de Baballa) y lo primero que leo es este emotivo artículo, me encanta, que haya personas tan especiales¡¡¡¡ Gracias a las dos¡¡¡¡

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  17. Escribes y describes la situación muy bien. Te entiendo porque me pasa lo mismo. Trabajo de médico en urgencias CHNavarra y lo describes todo muy bien. ánimo y sigue escribiendo. saludos. FERMÍN.PAMPLONA

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