viernes, 12 de junio de 2015

El café de los viernes

Hoy que vuelve a ser viernes te invito a un café más contenta que nunca. Porque una vez más, y ya van unas cuantas, me has vuelto a dejar sin palabras. Porque después de todas las cosas bonitas que me has dicho estos días no sé qué más añadir.





























Pero como a mí se me da mejor escribir que hablar, ponte cómoda que empezamos nuestro café...

Si estuviésemos tomando un café te diría que tú para mí eres la diferencia entre un día normal y un día espectacular. Que cuando me levanto por la mañana y lo primero que me encuentro es un comentario tuyo, eres tú la que hace que me venga arriba. Que me encanta escribir y saber que hay alguien al otro lado me hace inmensamente feliz.

Si estuviésemos tomando un café te contaría que ésta ha sido una semana estupenda en muchos aspectos. El sábado pasado tuvimos una exhibición de natación de Antón. Nada desde los seis meses y le chifla, pero cuando me dijo que había decidido nadar a mariposa, te confieso que tuve miedo. Y mucho más cuando nos explicó que el entrenador le había recomendado no escoger ese estilo porque no se le daba nada bien. Pero Antón es mucho Antón y tiene una autoestima a prueba de bomba. Álvaro (su monitor de natación) dirá lo que quiera, nos explicó, pero yo creo que lo hago bastante bien y además dicen que es el estilo más difícil. Pues nada más que añadir....

Pero David y yo fuimos el sábado pensando, autoestima sí, pero cuando llegue de último a ver quién es el que lo anima. Pues no llegó de último, llegó de tercero (aunque eran cinco, que todo hay que decirlo...) y a mí se me caían las lágrimas, no porque la competición fuera importante (que no era ni siquiera una competición) sino por ver en aquellos 25 metros de piscina a ese pequechiño que con cero habilidad para el deporte ejerce día a día la máxima de su madre: CON ESFUERZO SE CONSIGUE TODO.

Si estuviésemos tomando un café te contaría que esta semana también tuvimos un mini-susto. Anxo llevaba meses quejándose de dolor en las piernas. La verdad es que, como el dolor iba cambiando de sitio y, por qué no decirlo, porque los médicos solemos ser bastante tranquilotes con nuestros hijos, yo no hacía mucho caso. Es cierto que yo tenía un runrún en mi cabeza y cada vez que se quejaba me angustiaba un poco, pero esta semana empezó a cojear y su profe me dijo que había dejado de jugar al fútbol. Entonces ya me preocupé de verdad y me lo llevé al hospital para revisarlo. Porque lo malo que tenemos los médicos cuando alguien cercano se pone enfermo, es que nos ponemos siempre en lo peor y se nos ocurren diagnósticos que el común de los mortales no sabe ni que existen. Y, si el que está enfermo es tu hijito, pues entenderás que ese día no puede ni comer. Afortunadamente todo se quedó en un susto. Anxo está perfectamente y con un poco de analgesia y mucho mimo ayer volvió a jugar al fútbol y metió cinco goles (cuña publicitaria de madre orgullosa).

Pero esos momentos de angustia me hicieron pensar varias cosas. Una de ellas fue hacerme ver de nuevo lo afortunada que soy de tener unos hijos tan sanos como los míos pero también me hizo acordarme de todas esas familias que no han tenido tanta suerte. Esas familias que luchan día a día con el dolor de ver un hijo sufrir, que sacan fuerzas de no se sabe dónde para seguir adelante con una sonrisa y disfrutar de los pequeños momentos felices que les reglan los súper-héroes que son sus hijos.

También me hizo ver el amor que se tienen mis hijos porque, cuando íbamos en coche de camino al hospital, Antón me preguntaba muy preocupado: mamá, Anxo puede tener algo grave? Y, cuando volvimos de hacer las pruebas, Antón se levantó como un resorte para abrazar a su hermano y preguntarme: está todo bien? Porque comprobar cuánto se quieren sus hijos para una madre es el mejor regalo...

Si estuviésemos tomando un café te dirían que la foto de hoy no es casualidad. Ese mama-mundi y ese avión dirigiéndose de España a Italia no están ahí porque sí. Ese mapa-mundi forma parte de una sorpresa que te contaré la semana que viene. Un lanzamiento mundial (que la autoestima de mis hijos viene de algún sitio...) que espero que te guste porque lo estoy preparando con todo mi cariño...

Y ese avión que nos va a llevar a Lucía y a mí a Bérgamo en un viaje organizado, como todo lo bueno, sobre la marcha y que te iremos contando...La verdad es que me sentía un poco culpable de irme yo sola de viaje sin mi familia pero, en cuanto David me animó, tardé cinco minutos (en realidad creo que fue incluso menos) en darle al click y comprarme el billete. Y ahora, pasada esa fase, estoy en modo feliz total pensando en lo bien que nos lo vamos a pasar...

Espero que hayas disfrutado de nuestro café tanto como yo. Nos vemos el lunes y te cuento más cosas...

7 comentarios:

  1. Gracias a ti!!!! Simplemente genial:))))

    ResponderEliminar
  2. Sabes que estoy esperando cada viernes este café contigo?!?!? Me alegro que vuestro susto quedará en solamente eso y que disfrutes mucho muchísimo con vuestro viaje!!

    Beso enorme

    ResponderEliminar
  3. tengo unas ganas tremendas de ese viaje, y ahora es cuando te digo que hice un "paula" o lo de la pierna ni lo sabía. Me alegro de que todo se quedase en un susto. besos

    ResponderEliminar
  4. Como te entiendo con lo de los niños q llevo un añito de sustos y cosas raras q es mejor olvidar! Me alegro q no haya sido nada grave (de esas q no se ni q existen gracias a dios)

    ResponderEliminar
  5. Ay que bien que todo se haya quedado en un susto
    Ahora a disfrutar de ese viaje las dos magnificas, y a esperar seguir vuestras andanzas por Italia
    Besines desde Dinamarca

    ResponderEliminar
  6. Hola Lo,
    Aunque un poco tarde, no falto a tu café..., qué placer es leerte!
    Felicidades por la súper machada de Antón, el peque tiene a quien parecerse..., ya no habrá quien le pare en la piscina!
    Y cuanto me alegro que Anxo esté bien, cuanta razón tienes que con la familia nos relajamos...
    A Lucía y a tí desearos un maravillosos viaje, qué envidia más tremenda!
    Un beso enorme y siempre gracias por hacernos venir arriba.

    ResponderEliminar
  7. Buenos días,
    aunque es domingo el café no se ha quedado frío, está riquísimo.
    Pues sí, tenemos que dar gracias por la salud de nuestros hijos, por los buenos momentos que nos hacen pasar y por todas las experiencias maravillosas que vivimos junto a ellos.
    Pásatelo muy bien en Italia, seguro que va a ser un viaje increíble.
    Un besote

    ResponderEliminar

Blogging tips