El café de los viernes

La semana pasada no pude tomarme el café contigo. La verdad es que no pude tomármelo con nadie porque tenía un trancazo del quince y es que, un minuto después de presumir de sistema inmune con una amiga, los virus decidieron hacer acto de presencia. Por si aún tenías dudas, como decía una telenovela que me tragué con mi abuela durante un largo verano de EGB, Los ricos también lloran...(léase Los médicos también enferman).

Pero una semana después, aunque sigo teniendo una tos de perros (que ya me dice mi madre que tengo que tomarme algo, que esta tos no es normal...), me encuentro estupendamente y con muchas ganas de compartir contigo nuestro café. Lo tienes listo? Pues venga que empezamos...

Si estuviéramos tomando un café empezaría contándote que soy la peor enferma del mundo. Primero porque niego sistemáticamente esta condición. No lo soporto. No soy capaz de decir estoy enferma. Puedo decirte me encuentro fatal, tengo un trancazo, me muero, resoplar...pero no sé decir estoy enferma. Mi marido dice que tengo un trauma de la infancia. Según él, cuando era pequeño le hacían tarta de galletas cada vez que se ponía enfermo y a mi no, y eso es lo que hace que él se entregue a la enfermedad y que yo huya de ella. Lo cierto es que él encadenó miles de amigdalitis y yo tuve una salud de hierro. Además, no me hacían tarta de galleta pero la vez que recuerdo haber faltado al cole por estar enferma (quitando las paperas, el sarampión y otras enfermedades típicas de los 70) mi madre me hizo una sopa que aún la recuerdo ahora. La otra vez que estuve enferma fue en pleno agosto. Una neumonía. Y no me perdí ni un solo día de clase. La verdad es que es para traumatizarse.

Si estuviésemos tomando un café te diré que he tosido como nunca en mi vida pero he de agradecer mi esfuerzo en el gimnasio con los hipopresivos (que, al contrario de lo que piensa mi amiga Vero, son un tipo de abdominales y no una comida...), porque mi suelo pélvico ha estado al pie del cañón. Pese a los envites de toses, carraspeos y estornudos varios hemos salido airosos. Señores del Tena Lady, de momento absténganse de enviarme muestras gratuitas. Voy por buen camino. PD para Fran, nuestro entrenador: he dicho buen camino, no hace falta que nos machaques el martes. Gracias.

Si estuviésemos tomando un café te diría que hoy me voy a un balneario con mi chico. Es todavía uno de nuestros regalos del 40 cumpleaños. La verdad es que está genial esto de que te regalen planes que puedes repartir a lo largo del año. Hemos ido a ver el Circo del Sol, ahora a un balneario y todavía nos queda un fin de semana de turismo rural. A este paso llegamos a los 41!! La verdad es que hace siglos que no hacemos este plan, creo que la última vez no teníamos hijos, y a mí me rechifla. Me paso toda la estancia en una especie de sopor yo creo que porque me baja la tensión. Así que me esperan dos días de atontolinamiento mayor del habitual, masajes, siestas, comidas...creo que no quiero que llegue el lunes!

Espero que tú te encuentres bien y no hayas caído en las garras de alguno de los virus invernales, que ya sabes que todas las abuelas dicen que este año (igual que el anterior, y el otro, y el otro...) vienen terribles. Así que a disfrutar todo el mundo de la ola de frío polar que tenemos encima. Te espero la próximas semana!