El café de los viernes

Vuelve a ser viernes y aquí estoy lista para tomarme un café contigo. Después de unas semanas un poco ausente por estos mundos, estoy de vuelta con más ganas que nunca porque, yo no sé tú, pero a mí sólo me faltan dos cafés de viernes más para cogerme vacaciones.

Así que, con mejor humor que nuca, te invito a sentarte, cógete tu café que empezamos...

Si estuviéramos tomando un café te contaría que he ganado. Después de "duras" negociaciones hemos cambiado el plan de piscina y todo incluido por ruta por el norte de España y Francia. Cierto es que el plan inicial era coche y camping pero mi alma aburguesada y, tal vez mi cercanía a los 40, nos han hecho cambiarlo por Airbnb. Después de nuestra buena experiencia con esta nueva forma de viajar hemos decidido que, aunque un poco más cara que un camping, es la mejor opción si se te hace cuesta arriba lo de tener que compartir aseo. Y a mí, después de años de campismo, se me hace. Mucho.

Esta vez me pasó algo curioso cuando intenté reservar las casas con Airbnb en Francia. Nunca me había pasado antes y estoy segura de que ha sido casualidad pero me ha enfadado un poco y es que, han rechazado mis solicitudes en varias ocasiones en casas diferentes...no sé si sería por decir que iba con dos niños o por otro motivo. En fin, el asunto está arreglado y, salvo catástrofe pasaremos unos días recorriendo la costa oeste de Francia después de una paradita en Casa Barcarola.

Si estuviésemos tomando un café te diría que esta semana los niños han empezado el campamento de verano. Habían ido varios años al que organizaba su cole y por eso decidimos cambiar en esta ocasión. Es un campamento multideportivo con deportes náuticos con una pinta genial pero hasta que empiezan siempre tengo dudas. Y más este año en que no sólo iban mis hijos, sino que también se han unido a nosotros los hijos de mis amigas Lucía e Indara y claro, conociéndome, tenía un plus de responsabilidad. Anxo, como siempre, decía que no quería ir y luego salió encantado. Antón, siempre optimista, fue encantado. Volvió diciendo que su grupo está llenos de capullos (salvo sus amigos, claro) pero feliz.

Lo que nos ha quedado claro es que los niños, que no se conocían mucho, se han hecho súper amigos, querían irse a dormir juntos, a hacer la compra...vamos que no quieren separarse. Y eso, a las madres, nos hace muy felices y nos facilita muchísimo la vida.

Si estuviésemos tomando un café te contaría que ayer fuimos a la tele. Tranquila, esta vez sólo iba de público. El grupo de mi cuñado está participando en Oh happy day,  un concurso de coros que emiten en la televisión autonómica y los niños tenían muchísimas ganas de verlos en directo así que ayer nos animamos. La verdad es que fue bastante rollo, muchísimas esperas y un calor de muerte, pero los niños volvieron bastante emocionados de ver en persona al presentador y a todos los miembros de los coros que participaban. Lo que no sé es qué tal llevarán lo de madrugar hoy después de llegar ayer a casa a las tantas...


Espero que te haya gustado el café de hoy. Yo ya me he terminado el mío y me pongo a trabajar. Te espero el lunes de nuevo por aquí con más historias...