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martes, 10 de marzo de 2015

De dónde venimos...y a dónde vamos

Que soy una loca de los libros no es un secreto a estas alturas para nadie que se haya acercado alguna vez a En las nubes. En nuestra casa hay libros en todas las habitaciones, incluida la cocina, e incluso en el minúsculo pasillo. Desde que me pasé al electrónico tenemos un poco más controlado el tema del espacio porque prácticamente sólo compramos (compro) libros de cocina y literatura infantil. Los libros han representado siempre para mí, no sólo una fuente de evasión y entretenimiento, sino la solución a casi todas mis dudas y problemas.






En casa hay libros de decoración, de diseño, de educación, de disfraces, de repostería, de cocina, de viajes, de Medicina (faltaría más) y, por supuesto novela. Cuando iban a nacer los niños devoramos decenas de títulos sobre cualquier aspecto relacionado con la crianza de nuestros hijos desde la fase mórula hasta la adolescencia. Y, por supuesto, ahora que están aquí seguimos buscando la ayuda de los libros para resolver las dudas que se nos plantean en el día a día. Una de esas dudas que hemos tenido que resolver recientemente ha sido LA DUDA. Explicar a nuestros hijos De dónde venimos.



Desconozco si existe una edad recomendable para explicar a los niños los pormenores de la concepción pero en esta familia seguimos una máxima en nuestra relación con los niños: responder a sus dudas con la verdad. Esto no siempre es fácil, hay preguntas que son difíciles de contestar sin recurrir a las "mentirijillas" piadosas que, seamos sinceros, nos facilitan mucho la vida y la relación con los demás. Sin embargo en este punto intentamos ser estrictos. También tengo que decir que siempre nos lo han puesto muy fácil, los dos aprendieron a hablar muy pronto y bien, con un vocabulario impropio de su edad, y nosotros nos hemos aprovechado de eso para no andarnos con medias tintas.



Cuando Antón me preguntó un día si fumar era malo (uno de sus abuelos fumaba y, como nosotros no lo hacíamos le parecía raro) le expliqué todos los efectos secundarios del tabaco. Mantuvimos una conversación con tres años acerca del cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, por supuesto adaptada a su edad, pero os aseguro que le quedó claro que, como poco, fumar no era muy recomendable. Por cierto, su abuelo dejó de fumar.

La primera vez que estuvimos en Madrid a Antón le llamó la atención ver a gente durmiendo en la calle. No es que en nuestra ciudad no haya gente sin recursos, pero él no se dio cuenta hasta que los vio allí. Su pregunta fue, si Madrid es la ciudad más grande de España y, seguramente la más rica, por qué hay gente que no tiene suficiente para dormir en una casa? Interesante cuestión, no?

Lo cierto es que más de una vez te ponen en un aprieto porque hay temas sobre los que te gustaría no tener que hablar nunca. Por ejemplo la muerte. Cuando se murió mi abuela, hace ya unos años, tuvimos que explicárselo a los niños y, como nosotros no creemos en cielos ni nada parecido, tuvimos que contarles la cruda realidad. Os sorprendería la tranquilidad con que lo asumieron.

También con la religión seguimos estos principios. Ellos saben que sus padres no creen pero también les hemos explicado que es una opción personal, que son opiniones y no hechos y que, por lo tanto, ellos tendrán que decidir su camino. Antón dice que no cree pero Anxo se quedó tan impresionado en el Prado con la Resurrección que dice que sí cree. A ver qué sale de ahí...



Pero bueno, que me estoy desviando del tema y yo he venido aquí a hablar de un libro. Hace unos meses nos dimos cuenta de que reinaba cierta confusión en sus cabezas en lo que a la reproducción se refiere. Un día David y yo nos dimos un beso en la cocina y Anxo celebró con alegría que sus padres estaban haciendo el amor. Ese fue el detonante. De ahí a la librería hubo menos de 24 horas. Fue David el que buscó el libro en esta ocasión. Se llama ¿De dónde venimos? y es un clásico publicado por primera vez en 1973 pero que, por increíble que os parezca, sigue completamente vigente en la actualidad.

Explica de una manera sencilla pero sin tapujos el mecanismo de la reproducción de principio a fin. Mis hijos alucinaron, de hecho inicialmente no les parecía posible. El libro lo leyeron la primera vez con David porque yo estaba trabajando y cuando llegué a casa estaban los dos esperándome en el sofá y me recibieron con un: Mamá!! Es cierto que para hacer el amor el hombre introduce el pene en la vagina??!! Les sorprendió un poco pero se quedaron tan tranquilos. Es lo bueno que tiene la sinceridad con los niños, a veces resulta un poco duro, pero genera en ellos una inmensa sensación de confianza. Saben que lo que dicen papá y mamá siempre es cierto y eso les hace vivir tranquilos.



Seguro que pensabais que estaban concentrados leyendo su libro, verdad? Sí, eso fue durante cinco minutos, después ya vinieron las risas, el tirarse en bomba en el sofá...en fin! Que también hay la continuación de este libro. Se llama ¿Qué me está pasando? y habla de la adolescencia, que me da a mí que la de estos dos elementos va a ser buena. Yo lo voy a ir reservando en la librería...

Espero que os haya gustado y que me contéis cómo hacéis vosotros para explicarles estas cosas a vuestros hijos. Si os apetece yo os espero En las nubes...

10 comentarios:

  1. ¡Hola Lorena!
    Nosotros hacemos igual que vosotros, a la niña desde siempre le contestamos con la cruda verdad a todo lo que pregunta, lo adaptamos a la edad pero va crudo igualmente.

    Yo a veces me da un poco de miedo por si le creamos un trauma o algo así, porque aunque lo adaptes hay veces que las preguntas se las traen (como la temporada que le dio por saber qué pasaba cuando la gente se moría y qué hacían con ella), pero también pienso que si se interesan por ello es porque ya tienen madurez para recibir esa información (eso espero).

    También nos hemos dado cuenta de que confía plenamente en lo que le decimos porque sabe que nunca le mentimos.

    A ella más que de dónde venimos lo que le interesa saber es por dónde salen los niños para nacer. Al principio me servía con enseñarle la cicatriz de la cesárea, pero un día me preguntó un poco mosca si TODOS los niños salían por ahí (pilló una conversación en el patio del colegio fijo) y yo sólo le dije "No". Ella se me quedó mirando con los ojos muy abiertos y me dice "¿¿¿¡¡¡No me digas que salen por el chichi!!!???". Hasta hoy, el tema quedó cerrado y ya no volvió sobre él.

    Muchas gracias por la recomendación, no conocía el libro y ahora mismo voy a hacerme con él porque me da que de esa no voy a salir tan fácimente.

    Un beso,
    Sonia

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    1. Me parto con tu niña Sonia!! Espero que el libro te sirva...Un beso!

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  2. Mis canijos están viendo en el cole este trimestre el cuerpo humano y un día me salen con que los niños tienen pene y las niñas vagina, y que por ahí salen los bebés pero que como es pequeña, a veces los médicos les hacen a las mamás una rajita para que salgan mejor.

    Yo me quedé alucinada y pensando que si me llega a decir que esa rajita se llama episiotomía me caigo redonda! jajaja!

    Es alucinante lo fácil que racionalizan las cosas y las normalizan...mucho más que los adultos. Con el tema del tabaco, también hemos tenido una el otro día. La profe de uno de ellos, sale a fumar cuando han salido todos los niños y se aleja del cole. Se pone justo en nuestro camino de vuelta hacia el coche. Un día uno de los canijos le dice que fumar es malo, que hace que los pulmones se pongan negros y que te quita el olfato y el gusto.

    Te he dicho que los canijos no tienen ni cuatro años? Me tienen loca, de verdad!

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    1. Es que somos los adultos los que transformamos su naturalidad en tabúes!! Ojalá aprendiéramos más de ellos...Muchas gracias Rocío. Un beso

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  3. begoña Rodríguez diaz10 de marzo de 2015, 22:34

    De donde venimos ya estaba en casa de mis padres cuando yo era pequeña ( y tengo 44 añazos!) ...aunque no había demasiadas explicaciones era uno de "nuestros" libros favoritos (mío y de mis hermanos) y aunque a veces desaparecía o lo escondian mis padres desde luego a mi me sirvió para aprender claramente muchas cosas sobre la reproducción e incluso sobre el amor en la pareja que de otra manera seria imposible!! Con mis hijos, veinteañeros ya la cosa fué mas fácil (o a mi me lo parece) siempre hablándomes con claridad e intentando adelantarnos a sus dudas.. me ha encantado saber que os es tan útil como un día me lo fué a mi �� y seguid disfrutando mucho de cada etapa de vuestros pequeños ( que todas tienen su punto ��). Un saludo.

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    1. Gracias Bego!! Si es que el libro tiene más años que Carracuca, pero sigue tan vigente...Ojalá lo haga con mis hijos tan bien como tú. Un besiño enorme!

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  4. Bueno, yo he de reconocer que intento ser clara, pero muchas veces si coloreo las respuestas, sobretodo con según qué temas. El tema sexual aun no me ha llegado, por extraño que parezca (MOLI va a cumplir 10!).
    Por desgracia, el tema muerte me vino desde que ella tenía 3 años, en varias ocasiones, igual que el de cáncer. Dije la verdad, pero intentado restar dureza. Resultado: acabó consolándome ella a mi.
    El libro no lo conocía, pero me da que va a estar en casa en menos que canta un gallo.
    Gracias!!!

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    1. Yo también tuve mis dudas con el tema de la muerte, me parecían muy pequeños para saber la verdad. Pero, al mismo tiempo, no quería contarle cosas en las que yo no creía, así que tiramos "palante" y tan ricamente. Cómprate el libro porque está genial. Un besiño!

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  5. me encantan tus niños, son la bomba, ja,ja. yo que conste que Beba siempre me dijo que no quería saber y este año cuando le volví a preguntar si quería saber ya me lo contó ella todo, sabía mas que yo, ja ja

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    1. Suele pasar así Beby! Jajaja. En cualquier caso, lo importante es que sepan que nos tienen ahí para resolver sus dudas cuando ellos quieran. Un besiño enorme!!

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